El 22 de marzo fue un día de reivindicación. Contra el paro y la precariedad laboral. Contra los recortes sociales de todo tipo, amparados por el pago de la deuda. Contra la corrupción en las instituciones y contra todas las políticas que atentan contra los derechos humanos y la justicia social. Por los servicios públicos y por todos esos derechos que en los últimos años nos están arrebatando.
Fue una movilización masiva.
Las Marchas de la Dignidad partieron desde todos los puntos de la península,
desde todos los lugares donde había personas dispuestas a movilizarse. Llegaron
en ocho columnas, a pie, en coche, en autocar y por todos los medios, para
confluir en Madrid el 22 de marzo.
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El 22M fuimos un millón y medio de personas en
las calles de Madrid. Centenares de colectivos de todas las regiones se organizaron para estar el 22 de marzo en la capital y para acoger a los compañeros
llegados de todas las latitudes. Entre otros, Frente Cívico, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), CGT, CNT, Comisiones de Base (COBAS), Stop Desahucios, Mesas de Convergencia, Plataforma por la Renta Básica, PCE, Juventudes Comunistas, IU, la Red de Solidaridad Popular, Ecologistas en Acción, las Asambleas del 15M, Asambleas contra el Paro, Solidaridad Obrera, USTEA, CCOO, los Yayoflautas o la Unión Cívica por la III República.
Las Marchas no terminaron el 22M. Nos seguimos movilizando para exigir una vivienda digna, no al pago de la deuda y al TTIP, servicios públicos para todas las personas, empleo digno y renta básica.
NO ES TIEMPO DE LAMENTOS, ES TIEMPO DE LUCHA
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